Dueños de Manhattan, entre intrigas, celos, ventas millonarias, un viaje al interior de los bienes raíces en Nueva York
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Foto: Cortesía Netflix |
Independientemente de que en momentos llegan a ser chocantes los conflictos que tienen entre los brókers o agentes de ventas, esto se comprende por completo, hay millones o miles de dólares en juego por lo que pueden surgir los celos profesionales que son comunes en los departamentos de ventas de toda índole.
El CEO es Ryan Serhart, un magnate inmobiliario que ha ido más allá de solo vender departamentos y casas, sino que se las ha ingeniado para crear conceptos multiplataformas que les ayuden a colocar sus listados y encontrar clientes potenciales alrededor del mundo, tiene su propio equipo de grabación de video, podcasts y otros elementos que les ayuda a ir escalando de a poco en el reñido mundo inmobiliario de Nueva York.
Esta genialidad la ha transmitido a sus agentes quienes de muchas maneras se las ingenian para promover los departamentos, suits, casas, condominios, edificios enteros o locales comerciales ante posibles compradores y ante otros agentes que puedan ofrecer las unidades a sus clientes potenciales.
Podemos presenciar que el factor humano está presente en esta serie de 8 episodios en donde no solo se presenta el trabajo comercial sino que hace un recorrido por los diversos conflictos existentes entre el dueño y algunos brokers o entre ellos mismos, el divorcio de una, el embarazo de otra, el chisme de oficina, el repudio hacia los más nuevos, el ego incrementado por algunos que alcanzan ventas supermillonarias, lo que les permite mantener un estilo de vida elevado.
Llama la atención la nueva vendedora que no logra concretar ventas y que está sujeta a presión y comentarios de burla por parte de algunos de sus compañeros. Estas vivencias le ponen el elemento de atractivo para quienes gustan de enterarse de los altibajos emocionales de los protagonistas, quienes por cierto todos son el personal real de la compañía.
No esperes al ver esta serie una obra de arte, simplemente es una producción que es entretenida y en momentos hilarante, pero sobre todo, te expone el maravilloso mundo inmobiliario de uno de los lugares más icónicos, caros y anhelados del mundo, Manhattan.
Cabe señalar que resulta interesante el factor de selección de los agentes por parte de Ryan, se arriesga a contratar a personas que él considera resultan atractivos ante los potenciales clientes, pero considero que el principal atractivo de la serie son sin duda los inmuebles, vaya es una belleza recorrerlos junto a los clientes interesados en comprarlos y estamos hablando de clientes VIP que pueden llegar a pagar millones de dólares por ellos, incluyendo a artistas, influencers, empresarios.
También llama la atención la nacionalidad de los compradores, de cualquier lugar del mundo, excéntricos millonarios buscan invertir en bienes raíces en Nueva York.
Te recomiendo que veas esta serie y des un vistazo por este original concepto que por cierto deja entreabierta la posibilidad de próximas temporadas.
Nos leemos en la próxima entrada y recuerda que las estrellas las otorga el público.
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